El 21 de mayo de 1980 nació, de la mano de Toru Iwatani, diseñador de juegos de la empresa Namco, Pac-man. Después de más de 40 años, Pac-man sigue aumentando seguidores debido a su originiladad.
El protagonista de Pac-man es un círculo amarillo al que le falta una porción y que asemeja a una boca, que debe ir comiendo todos los puntos del tablero, sin ser cazado por los fantasmas. Existen unos puntos más visibles que, al comerlos,
dan poderes a Pac-man, que le permitirán deborar durante unos segundos a los fantasmas, que regresarán a su guarida. También aparecerán durante el juego algunos elementos (cerezas, fresas, manzanas...) que al comerlos darán a Pac-man un extra de puntos
Durante la fase de desarrollo de Pacman, el presidente de Namco presionó a su creador, Tōru Iwatani, para que todos los personajes fueran iguales. Éste se negó rotundamente y, para convencer a su jefe, realizó un encuesta a diferentes profesionales. Todos ellos, sin excepción, le apoyaron. Y, además, tiene una explicación: cada tono representa un tipo de personalidad y un conjunto de característica diferentes.
Blinky, el fantasma rojo. Es el más agresivo de todos, pues su principal cometido es acabar con Pac-Man sea como sea. Para ello, aumenta su velocidad cada vez que el comecocos suma cierta cantidad de puntos.
Clyde, el fantasma naranja. Tan sólo se acercará a Pac-Man si éste se encuentra a menos de ocho metros de distancia. Es especialmente lento y se limita a dar vueltas en algunas zonas del laberinto.
Pinky, el fantasma rosa. Es el gran aliado de Blinky. De hecho, hará todo lo posible para ayudarle a acabar con Pac-Man. Por ello, su objetivo no es tanto comérselo como acorralarle.
Inky, el fantasma azul. Su personalidad puede tocar todos los extremos, aunque destaca principalmente por ser el más lento y asustadizo, tanto que si te cruzas con él es muy probable que huya.
Segun cuenta una leyenda, el origen de Pacman se remonta a 1976, cuando el astronauta Nikolai Peckmann fue enviado en una misión solitaria a una estación espacial "Misión 6" para estudiar los niveles de radiación y las extrañas circunstancias con las que perdieron la vida cuatro miembros de su última tripulación.
Al tercer dia empezó a enviar mensajes donde aseguraba que estaban ocurriendo cosas muy extrañas, sintiéndose perseguido en todo momento y comenzando a pensar que se trataba de los espíritus de los astronautas muertos, que lo perseguían a lo largo de toda la estación. Los mensajes demostraban los pensamientos de un hombre que estaba perdiendo la razón.
Tras de un largo periodo de interrupción de la transmisión, la torre de control recibe una última transmisión entrecortada en la que se oye algún ruido y a Peckmann gritar.